Los arbustos como plantas vitales para el planeta

Hay plantas que han sido creadas por el hombre a través de procesos químicos y físicos diversos, otras que han nacido y evolucionado naturalmente en algún espacio natural y otras que se han mantenido presentes desde hace mucho tiempo, siendo esenciales hoy en día para la vida en el planeta.

Los arbustos han tenido un papel muy importante dentro de nuestra naturaleza desde principios de los tiempos. Antiguamente, los diversos imperios estaban repletos de arbustos de diversas clases para adornar sus jardines y los espacios públicos. En la biblia, se hace mención de que Dios habló con Moisés a través de un arbusto en llamas, y en épocas de las colonias y oligarquías, estas eran plantas muy usadas como ornamentación. Los indios e indígenas conocían muy bien las propiedades de los elementos de la naturaleza, por lo que usaban los diferentes tipos de estas plantas arbustivas en sus actividades comunes, para alimentarse o como elementos medicinales.

Lo cierto es que han estado con nosotros y han sido testigos de la evolución del planeta, avanzando también ellos mismos hasta tener hoy más de cien mil especies en todo el mundo, con diferentes características y propiedades, pero todos ellos propios de lo que son las plantas de exteriores. Se diferencian de los árboles en que no alcanzan una altura mayor a seis metros los más grandes, además de que comienzan a ramificarse desde la base, poseyendo también varios troncos de donde aparecen ramas variadas.

Los arbustos se pueden clasificar de diferentes maneras: la primera forma es por el tiempo de sus hojas, en donde encontramos dos tipos: las perennes, que son aquellos que sus hojas se mantienen verdes durante todo el año, y las caducas que son las hojas que solo se mantienen verdosas en una época y luego mueren, para después comenzar su ciclo común.

La segunda clasificación es por su tipo de crecimiento: primero están los arbustos trepadores, que requieren una base para crecer y son solo algunos de ellos, y después tenemos los no trepadores, que se mantienen sostenidos por sí solos, los cuales son la mayoría de ellos.

También existen arbustos que no ofrecen flores, sino que se mantienen verdosos, y otros que tienden a florecer en alguna época del año. Si se hace una buena combinación de ellos, el paisajismo que ofrecerán será maravilloso y se mantendrá dependiendo de las condiciones ambientales.

Cada arbusto tiene unos cuidados específicos dependiendo de su especie, pero la mayoría de ellos se relacionan en que no es necesario un suelo especial ni de mucha profundidad para su cultivo. El regado dependerá de la época del año, tratando de evitar que el agua se estanque y estando pendiente en la época de sequía de que la tierra no se seque por completo. La forma que ellos tomen dependerá de lo que se desea conseguir, siendo muy importante podarlos cada vez que sea necesario si se requiere una en específico.

El uso que se le ofrece a los arbustos cuando son parte de jardines o lugares comunes es diverso. Pueden estar en exteriores representando pequeñas extensiones de vegetación y también se usan para delimitar espacios a través de setos. En el ambiente natural (bosques, desiertos, llanos u otros) se observan dispersos sin intervención del hombre.

Es preciso entonces conocer algunos de los tipos más comunes según sus características. Algunos arbustos que son capaces de soportar los climas fríos son: la hiedra, el cardón, el laurel, el romero y la lila. En otro sentido, entre los arbustos que ofrecen flores podemos mencionar: la hortensia, la azalea, la lavanda, la gardenia y el pino enano.  Si lo que se desea es crear un seto, algunas especies recomendadas son: el eleagnus, el laurentino, la escallonia, el evónimo, la fotinia y el boj.

En conclusión, los arbustos representan un papel esencial dentro de la naturaleza, por sus numerosas propiedades medicinales, alimenticias, cosmetológicas y ornamentales. Son una opción que no puede faltar en cualquier jardín o espacio público y que debemos ayudar a preservar para continuar disfrutando de ellos.