Prímulas, un desfile de colores
Existen plantas que solamente florecen en primavera y otras que son propicias para los climas de invierno, pero algunas de ellas son especiales ya que pueden florecer durante todo el año si poseen las condiciones necesarias. Una de ellas es la prímula.
Esta es una hermosa planta de temporada que puede tener flores de diversos colores: azul, amarillo, rojo, blanco, rosa y morado. Suele ser conocida en Europa como Primavera por su colorido que recuerda a esta época. En sus pétalos se pueden encontrar dos o tres colores dependiendo de la especie y es una planta que es capaz de ofrecer varias flores en un mismo racimo.
Con 450 especies conocidas, la Prímula Acaulis (que es su nombre científico) proviene de Europa, aunque con los procesos de conquista y ahora la globalización ya abarca gran parte del mundo. De igual forma, como no suele ser muy alta (máximo 50 centímetros), es propicia para adornar el interior o exterior de los hogares, siendo las más utilizadas las siguientes:
Prímulas Malacoides: su flor nace del tallo y dura un tiempo muy prolongado en crecer, pero es la que tiene el aroma más fuerte de las tres y la más resistente a los cambios de temperatura, por lo que son propicias para tenerlas en los cambios de estaciones.
Prímulas Obcónica: sus flores son grandes y poseen su propio tallo. Este tipo de planta es el único de esta especie que puede ser tóxica para la piel de las personas, aunque también es la que puede durar más tiempo con la flor viva.
Prímulas Acaulis o Vulgaris: sus flores son pequeñas y nacen directamente de las hojas. Es la más delicada de las tres y tiende a durar poco tiempo en vida.
Estas plantas tan lindas poseen como significado general la juventud, aunque también puede ser el amor y la inocencia.
A pesar de haber una especie tóxica para los seres humanos, la mayoría de ellas son útiles, tanto en sus raíces, como las hojas y flores. Las infusiones hechas con ellas sirven como diuréticos, también son propicios para calmar la tos, previenen la artritis y son anticonvulsivas. De igual manera se pueden usar para la limpieza del aparato digestivo.
Si deseas tener una prímula en casa, solo es preciso cuidar pequeños detalles que harán que su proceso de floración sea más rápido y duradero. En primer lugar, la planta debe recibir luz natural, pero no estar directamente expuesta al sol. Por otra parte, lo mejor es tenerla en una zona fresca ya que a ella le gustan las temperaturas entre 10 y 22°C.
El suelo donde se plante debe ser rico en nutrientes y con un ph neutro. El regado debe hacerse humedeciendo la tierra, sin dejar que se encharque, por lo que es recomendado que, si está en maceta, esta tenga orificios por donde drenar.
Si la Prímula es cultivada a finales de otoño o principios de invierno, florecerá en primavera y, a partir de allí, este proceso será constante. Es importante recordar podarla constantemente para mantenerla saludable y aplicarle pesticidas para alejar a los ácaros, los pulgones y las babosas, que son los mayores enemigos de la planta.
En fin, con la temperatura y el regado correcto, la Prímula puede ofrecerte hermosas flores que alegrarán tus espacios con sus vivos colores.