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El Diente de León, un antioxidante y depurativo natural

 El Diente de León, es una planta herbácea originaria de Europa, Asia y América del Norte. Es perteneciente a la familia Compositae, Taraxacum Officinale.

El diente de león como planta, la puedes observar cultivada en praderas, terrenos baldíos, cunetas en las carreteras y en macetas. Crece en climas templados.

Su recolección se realiza en verano porque los principios amargos son mayores. Tienes que cortar longitudinalmente, antes de secarse. Y bueno, las hojas siempre puedes recolectarla durante todo el año.

El Diente de León, es una planta que es usada para fines curativos. Esta tiene un efecto diurético, por lo que estimula la producción de la bilis y de la orina. También, te ayuda a mejorar la digestión y el procesamiento de las grasas. Por lo que es considerado un buen laxante, depurativo y digestivo.

Es un potente diurético rico en potasio. Y funciona como un regulador de diuresis, que es la retención de líquidos causados por alteraciones cardiacas. Se usa en casos de congestión e inflamación del hígado y la vesícula, permite una buena evacuación de la bilis.

En el siglo XX, el diente de león ha sido consumido, mayormente, a través de infusiones. Por lo que ha sido utilizado como tratamiento para influir en problema de la piel como: eccemas, erupciones y picores.

Por lo que, esta mata te permite cumplir una función hepática. Tiene, igualmente, un efecto aperitivo. Lo cual te permite ser un buen elemento para abrir el apetito.

Es importante contar con la supervisión de un médico cuando el diente de león influye en las vías biliares. Porque al estimular la producción del jugo gástrico, puede causar acidez o molestias gástricas.

El Diente de León, es una planta que se puede  consumir en comidas cocidas o crudas. Es una planta enriquecida con vitaminas A, C y K. Contiene vitamina E, ácido fólico y vitamina B, e Inalina. Incluye: Hierro, Calcio, magnesio, potasio y Silicio, así como el Zinc.

Esta es una planta que tiene propiedades antioxidantes y antinflamatorias. Tiene Betacaroteno, polifenoles, acidos  chicoricos, Clorogenetico, taraxinico, Fitol y tetracosanol.

Contiene vitamina A, provitamina A, Betacaroteno y proteínas. Tiene altos niveles en hierro y vitaminas. Favoreciendo la formación de glóbulos rojos en la sangre. Lo que te permite regular estados de anemia. Y reduce la presión arterial alta. Por sus altos niveles de fibra, reduciendo el colesterol.

El Diente de León previene las hemorragias del hígado y la limpieza de la sangre. Ayuda a la excreción de toxinas. Te limpia tu vesícula, cuando hay infección o inflamación de la misma. Contribuye también a la eliminación de sales y líquidos en el organismo. Por lo que, te ayuda con la hipertensión. Liberando las toxinas acumuladas por el hígado y las grasas nocivas.

Puedes conseguir el diente de león en el mercado en varias presentaciones. Extractos fluidos, a través de gotas, capsulas en polvo o extracto seco. También lo puedes conseguir como hojas, pétalos y raíces. De la siguiente manera: tinte, sobres de infusión, comprimidos, hojas secas y hojas frescas. En extracto liquido polvo seco. Funciona en tratamientos contra el reumatismo. 

Farmacológicamente, funciona como diurético, colagogo, antirreumático, laxante y tónico.

El diente de león es considerado un desintoxicante, estimulante y antioxidante natural. También, favorece la regulación  y el equilibrio hormonal. Aumentado la sudoración y la apertura de los poros.

Con la sabia de la flor, eliminas las infecciones  microbianas. Y reduce los signos de acné. Eliminando la retención de líquidos, y el exceso de agua en el organismo.

En la cocina, el diente de león juega un papel fundamental. Puedes añadirla en ensaladas, sopas, vinos e infusiones. Cuando usas la raíz tostada, puedes sustituir el café por ella.

Mejora los problemas de estreñimiento, favoreciendo el procesamiento gastrointestinal. Puede ayudarte a la estimulación de insulina en personas diabéticas, ayudando a mantener los niveles de azúcar bajos. Estos se segregan a través de la orina. 

Para realizar la decocción, tienes que poner tres cucharaditas de raíz de diente de león en una taza de agua que llevas a ebullición en fuego lento por quince minutos. Puedes consumirla cruda en ensaladas.

Para realizar la tintura, debes tomar diez mililitros de tintura tres veces al día.

Para personas con problemas en el hígado o en la vesícula biliar, puedes combinarlo con gramas de boticas o milenrama.